20 feb 2004

Incluso en estos tiempos

Incluso en estos tiempos, veloces como un Cadillac sin freno, todos los días tienen un minuto, en que cierro los ojos y disfruto echándote de menos... ...en los que soy feliz de otra manera...ese instante, en que me jugaría la primavera por tenerte delante... ...de volver a reír con mis amigos...ese rato en el que respirar es un ingrato deber para conmigo.

Y se iría el dolor mucho más lejos, si no estuvieras dentro de mi alma. si no te parecieras al fantasma que vive en los espejos... ...triviales como un baile de disfraces...unas horas para gritar al filo de la aurora la falta que me haces... de aprender a vivir sin esperarte...tengo recaídas y aunque quiero olvidar no se me olvida que no puedo olvidarte...

Joaquín Sabina

10 feb 2004

Amarse con los ojos abiertos

"Ninguna sociedad temprana hizo el intento, ni mucho menos tuvo éxito, de unir amor romántico, sexo y matrimonio en una sola institución.

La cultura griega unía sexo y matrimonio, pero reservaba el amor romántico para las relaciones entre hombres y muchachos.

En el amor cortesano del siglo XII (...) el amor entre hombre y mujer estaba formalmente separado del matrimonio.

No fué hasta el siglo XIX que los victorianos tuvieron una visión del matrimonio basada en ideales románticos. Pero lo excuido era el sexo: la mujer era considerada enferma si tenía deseo sexual.

Es sólo una creencia muy reciente que amor, sexo y matrimonio deben encontrarse en la misma persona. Somos los primeros que tratamos de unir estas tres cosas en un solo acuerdo. Es una de las formas matrimoniales más difíciles que la raza humana ha inventado.

- "Estar enamorados nos conecta con la alegría que sentimos al saber que el otro existe. Nos conecta con la poco común sensación de plenitud".

-"La pareja nos nos salva de nada".

7 feb 2004

Laura no está

Ahora mismo me encantaría hablaros de lo mucho que disfruté antes de ayer, viendo en directo Le Cirque du Soleil, un planeta de fantasía y sueños habitado por unos seres humanos extraordinarios que se doblan y moldean dando forma a gestos irreales y poniendoles cuerpo a los movimientos más surrealistas.

Pero no, al volver de dicho mundo me topé con la realidad, y ésta era que Laura ya no estaba. No es que compartieramos vida, pero si momentos: hemos jugado de pequeñas, estábamos en el mismo instituto, nos saludabamos etc, incluso la ví salir blanca y radiante el día de su boda apenas hace casi 7 meses, sin pensar las dos en ese instante que por mi parte sería la última vez en que la viera y por la suya, que firmaría esa tarde su sentencia de muerte.

Ayer a las 2 de la tarde, Laura nos dejó después de haber recibido de su marido una certera puñalada en el corazón. 25 años cumplidos el día anterior, pasaportados al más allá de un plumazo.

Adiós Laura...

Hasta cuando? A dónde vamos a llegar? Por favor, basta ya de malos tratos y de muertes sin sentido. Sólo queremos vivir en paz.

laura